El
Renacimiento
Caracteres
históricos y culturales del Renacimiento europeo
Se denomina
“Renacimiento” al brillante movimiento artístico, literario e ideológico, que
después de la Edad
Media produjo un resurgimiento de las artes y de las letras inspirado en los modelos
clásicos greco-latinos.
En el siglo
XIV cae en decadencia la cultura medieval y en ese misma centuria partirá de
Italia el impulso
creador del nuevo espíritu: el humanismo, de acuerdo con lo comentado supra.
Insistimos
en que la Edad Media tuvo sus propios valores y de ninguna manera debe
menospreciarse en
comparación con el Renacimiento. A los renacentistas se debe la frase: “La Edad Media es la
noche del mundo”, pero no refleja un contenido auténtico, sólo revela los
prejuiciosde la nueva
generación hacia sus predecesores.
Los
descubrimientos científicos y geográficos
Paralelamente
al desarrollo del humanismo, las invenciones y descubrimientos de los siglos
XIV y XV
contribuyeron a la transformación total de la cultura europea, que caracteriza
a la
época del
Renacimiento.
Estos
descubrimientos producen una intensa modifi cación de las condiciones
económicas y de las
relaciones comerciales. La afluencia de oro y plata determina la extensión del
comercio y la
aparición de los grandes banqueros. Los adelantos científi cos contribuyen a
formar una nueva
concepción del universo, entre éstos se encuentra la imprenta creada por los
chinos en el año 960
y perfeccionada por Gutenberg, en Alemania, en 1438; Gutenberg utilizó la
imprenta a gran
escala y a una tinta que permitía la impresión del papel por las dos caras.
Además de
la brújula
y otros instrumentos de navegación y la pólvora —que ya había sido usada por
los chinos—. En
el orden de los descubrimientos destaca la fecha de 1492 cuando el navegante genovés
Cristóbal Colón descubre América y abre la puerta para nuevas rutas comerciales
y renovadas
posibilidades territoriales con las que los españoles soñaban desde hacía ya
mucho tiempo.
Caracteres
literarios
Podemos
precisar los siguientes caracteres de la literatura renacentista: valores
artísticos, intertextualidad con
fundamento en el mundo antiguo, impulso renovador y diversidad, que describimos
brevemente a continuación.
1.
Predominio de los valores artísticos. Los ideales de la cultura
renacentista, individualismo y naturalismo,
inspiran las obras literarias. La glorif cación del hombre, el sentido de la
belleza del paisaje
y el amor a los goces terrenales se reflejan en la literatura.
La
literatura renacentista no persigue un propósito moralizador, sino
exclusivamente el goce artístico.
No busca la verdad, sino la belleza. Lo fundamental es la forma y el estilo.
Como ejemplo
podemos citar la poesía bucólica o pastoril, artificiosa y convencional, tan
característica
de esta
época.
2.
Intertextualidad basada en el mundo antiguo. La literatura renacentista se
inspira en los modelos
clásicos greco-latinos. Es culta y habilidosa, divorciada de la vida; recurre a
la mitología pagana y
toma de los antiguos no sólo la forma, sino también el espíritu.
3. Impulso
renovador y diversidad. La literatura renacentista evoluciona rápidamente y se caracteriza por una
ansia de progreso y de transformación. Es rica y variada, diversa según las
regiones.
El
Renacimiento en los principales países europeos
1. En
España.
El
Renacimiento español se caracteriza por continuar la tradición medieval
hispánica; tal vez por ello ha
logrado España su mayor esplendor en esta época.
Podemos
señalar los siguientes momentos que consideran las diversas expresiones de la
literatura durante el
Renacimiento:
a) Las
novelas de caballería cuyo exponente central es el Amadís de Gaula.
b) La
novela picaresca que plantea una actitud nihilista ante los ideales del medievo
y del Renacimiento.
El Lazarillo de Tormes define a la perfección este momento.
c) La
lírica inspirada en el modelo italiano: Boscán y Garcilaso de la Vega entre
otros.
d) Los
poetas místicos estimulados por el espíritu de la Contrarreforma, entre quienes
se incluyen
San Juan de
la Cruz, Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de León.
e) Por
último, las enormes fi guras de Miguel de Cervantes Saavedra y de Lope de Vega
se ubican
en la
frontera entre Renacimiento y barroco, aunque ambos por su capacidad artística y su nivel
creador están por encima de cualquier esquema o intento de catalogación.
2. En
Italia
En las
letras y en las artes los principales representantes del Renacimiento italiano
son:
a) Entre
los prosistas, Bembo y Maquiavelo.
b) Como
poeta aparece en la primera mitad del siglo XVI Ludovico Ariosto con su obra Orlando furioso.
3. En
Francia
El
Renacimiento en Francia comprende todo el siglo XVI, desde la primera guerra de
Italia (1494)
hasta la muerte de Enrique IV y la formación de la sociedad preciosista (1610).
Fue un siglo
individualista, anárquico y lírico.
En la
literatura francesa de esta época destacan las fi guras de Rabelais en la prosa
y los miembros de la
denominada “Pléyade”, entre quienes se incluye a Pierre de Ronsard. La poesía
de la
“Pléyade” es brillante, erudita y amanerada. La lengua en el siglo XVI es
variada, indisciplinada y además se
nutre de extranjerismos: helenismos, latinismos e italianismos.
4. En
Inglaterra
El panorama
de la literatura inglesa durante el periodo analizado es muy vasto no sólo
debido a su enorme
producción, sino también por alcanzar Inglaterra la Edad de Oro justamente en ese
momento. Por tal razón, ofreceremos primero un breve panorama del Renacimiento
inglés incluyendo
algunos antecedentes, para concentrarnos luego en la figura de dos dramaturgos destacados: Christopher Marlowe y William Shakespeare.
a) Los
humanistas ingleses.
En 1499
coexistía en Inglaterra un floreciente grupo de humanistas y helenistas entre
los que destacan: John Colet, William Lily y Thomas Moro. De este
último corresponde recordar su amplio
sentido humano de la vida, así como su multicitada obra Utopía y otros
textos relevantes:
La historia de Ricardo III y El diálogo del consuelo
contra los infortunios.
b)
El drama en el periodo Tudor.
Las
características más destacadas del teatro inglés de este periodo consisten en
la transformación de
las Moralidades en Entremeses y el establecimiento de los géneros
que constituirán los fundamentos
de la dramática moderna: la comedia, el drama histórico y la tragedia.
c)
Literatura del periodo isabelino.
El
periodo isabelino abarca casi un siglo de estabilidad política y esplendor
cultural. El reinado de
Isabel I (1558-1603) unifi ca a Inglaterra en los aspectos político y
religioso. Al fi nal de su reinado
Isabel I logra unir Escocia a Inglaterra, nombrando heredero de su corona a
Jacobo I, hijo
de María Estuardo. Precisamente la producción shakespeareana se ubica en el
segundo
momento
del gobierno de Isabel y el primero del de Jacobo.
d)
La poesía inglesa desde Spenser a Donne.
El
poeta inglés más relevante del Renacimiento y la figura más importante después
de Chaucer es
Edmund Spenser (1552-1599). Se vio influido por Virgilio y por la poesía
italiana y francesa del
momento. Su máxima obra es La reina de las hadas, la cual consta de 32
000 versos; el poeta
trabajó en ella aproximadamente dieciocho años. Philip
Sydney (1554-1586). A pesar de ser otro destacado poeta de esta época, su
producción poética
—al igual que la de Garcilaso— es escasa, y en ambos casos su publicación es
póstuma.
The
Arcadia —su obra más destacada— es una novela que intercala
poemas de alta realización estética.
e)
La novela y la prosa isabelinas.
La
novela isabelina presenta tres tendencias principales: la romántica que procede
de la tradición medieval;
la intelectual y artificiosa llamada eufuística que con ciertas reservas puede relacionarse
con el conceptismo literario iniciado en España con Quevedo, y la realista que
se manifiesta en dos direcciones principales: la picaresca de origen español y la
propiamente realista,
de fuente netamente inglesa.
f)
El drama en el periodo de Shakespeare y hasta la clausura de los teatros.
Inglaterra
coincide temporalmente con España en la producción teatral más valiosa de la
literatura moderna.
En este sentido, Shakespeare y Lope de Vega son los realizadores más perfectos y
a ellos aludiremos después.
Entre
los precursores inmediatos de William Shakespeare se encuentra Christopher
Marlowe (1564-1593).
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