jueves, 16 de agosto de 2018

3. El dolce stil nuovo en la Edad Media italiana

El Dolce stil novo


El dolce stil novo nació entre Florencia y Bolonia en la segunda mitad del '200 (siglo XIII). Es una escuela poética posterior a la provenzal y a la escuela siciliana. En Bolonia nace una nueva poesía en lengua vulgar, más sincera que la siciliana y más dulce, un poesía “que canta de manera más noble al amor y a la mujer y se eleva a nuevas formas de espiritualidad, que son la manifestación de una concepción de la vida diferente a la anterior. Bolonia era la sede de la Universidad y de una importante escuela de retórica. Por su parte, Florencia había afianzado su dominio sobre las otras ciudades de la Toscana, no solo desde el punto de vista económico y político, sino también desde el punto de vista cultural con la consolidación del dialecto florentino como lengua de cultura.

El iniciador y teórico del nuevo estilo fue el poeta boloñés Guido Guinizelli, que en la canción Al cor gentil rempaira sempre amore, verdadero manifiesto de este estilo, definió los cánones de la nueva escuela.

La expresión dolce stil novo, que da nombre al movimiento, se debe a Dante. Aparece en el Canto XXIV del Purgatorio (Divina Comedia)
.
En el círculo de los golosos, Dante encuentra al poeta Bonagiunta Orbicciani (que en un soneto había despreciado la nueva poesía acusándola de intelectualismo) que se dirige a él, diciéndole:

«Ma dì s'i' veggio qui colui che fore
trasse le nove rime, cominciando
'Donne ch'avete intelletto d'amore'»
 “Mas dime si estoy viendo aquí aquél que afuera|| trajo las nuevas rimas, comenzando || ‘Mujeres que tenéis inteligencia de amor’

Dante responde y Bonagiunta continúa:

 «O frate, issa vegg' io», diss' elli, «il nodo
che 'l Notaro e Guittone e me ritenne
di qua dal dolce stil novo ch'i' odo!
Oh hermano, ahora veo, dijo él, el nudo || que a Notario y a Guittone y a mi retiene || fuera del dulce estilo nuevo que oigo.]

Dante utiliza la expresión dolce stil novo para referirse a su propria poesía y, especialmente al poema Donne ch’avete intelletto d’amore, Vita Nova, que constituye un manifiesto de su poesía.

Los poetas del dolce stil nuovo no forman una escuela poética propiamente dicha, porque su obra se caracteriza por las presencia de elementos originales y personales. Sin embargo, entre ellos hay puntos de coincidencia:
.. Pertenecen al mismo ambiente intelectual, están vinculados a la Universidad de Bolonia y muchos de ellos participan en la vida política de sus ciudades.
.. Tienen conciencia de formar parte de la élite intelectual.
.. Rechazan las viejas formas de hacer poesía.
.. Les unen lazos de amistad.

Las fuentes del nuevo estilo

.. La mayoría de autores del llamado stil nuovo pasó por la Universidad de Bolonia, muy influida por el pensamiento tomista. A la Universidad de Bolonia, además, llegaba estudiantes de toda Italia y este encuentro permitió que se formara un habla italiana media en la que confluían las formas comunes a toda la península italica y en la que se atenuaban las diferencias entre los dialectos.

.. La escuela poética siciliana de la mitad del siglo XIII
, pionera en el empleo de la lengua vernácula vulgar y a la que se deben formas como el soneto, creado por Giácomo da Lentini. Desde un punto de vista temático, de la escuela siciliana procede la idea de que el amor es un instrumento de elevación espiritual y de que la finalidad de la relación amorosa no es tanto la conquista del ser amado, como la “continua tensión hacia algo inalcanzable”. La alabanza de la mujer, de la
donna, cuya belleza es tal que no se puede nombrar, lo que provoca la desaparición de las descripciones físicas. La aparición de la mujer se considera un milagro.

.. La tradición trovadoresca de la que toma las convenciones del amor cortés.
Los temas de la poesía del dolce stil nuovo proceden de la poesía de los trovadores provenzales y de los poetas de Sicilia, pero ahora adquieren una nueva fisonomia. Permanece en estos poemas la iconografía del amor cortés y algunos motivos como el del amor no correspondido. Se mantienen algunos términos como señora o servicio, que han perdido, sin embargo su valor feudal. Desaparecen las referencias al marido de la dama, y a los aduladores.

.. El franciscanismo
(corriente que procede de la obra y pensamiento de Francisco de Asís) que valoraba la sinceridad y la armonía entre el hombre y la naturaleza.

Francesco Pesellino, Triunfo del amor, de la castidad y de la muerte (h.1450). Isabella Steward Gardner Museum, Boston.

Los temas

El amor es el tema principal de esta poesía. Durante un tiempo, y para algunos autores, el único tema posible de la poesía. No se trata de la concepción amorosa de lo trovadores. El amor de los poetas del stil nuovo es un amor puro que permite al poeta a lograr un mayor nivel de espiritualidad. La poesía es la descripción del proceso de este proceso de purificación. Se trata de una expresión abstracta del amor, desprovista de elementos autobiográficos. La nueva concepción del amor afecta, también, a la imagen de la mujer, la mujer se convierte en una figura angelical capaz de conducir al hombre a la salvación. La mujer, la amada, es la imagen de la divinidad sobre la tierra para la salvación de los hombres. El que está enamorado entra en el círculo de los elegidos y participa de la divinidad de la mujer, conformándose con su contemplación.
La poesía de estos autores se sustenta en dos pilares temáticos: la identificación del amor con el corazón noble (cuor gentile), y la concepción de la mujer como ángel (donna angelicata). La nobleza de corazón (gentilezza) no se transmite hereditariamente y, por tanto no está vinculada al linaje. El término nobleza no se aplica sólo a una clase social, a la nobleza de sangre, ahora se utiliza para designar la nobleza de ánimo, la nobleza del corazón. Supone, en la lírica amorosa, la superación de una concepción cortés y feudal. Forma parte de la reacción de la nueva sociedad burguesa contra la nobleza feudal. Hace hincapié en el mérito individual y pretende avolir todos los privilegios de clase. La figura de la mujer ángel (donna angelicata) supone una evolución de los conceptos anteriores: la figura femenina es sobrenatural y con una sola mirada puede hacer gentil el corazón del hombre que se le acerca. El amor, que en la lírica traovadoresca buscaba siempre una recompensa, incluso carnal, pasa a ser a ser introspectivos y virtuoso.

El estilo

Desde una perspectiva formal, el stil novo supone una reglamentación en el terreno de la métrica, reglamentación que, en buena medida, será válida para la mayor parte de la poesía italiana posterior. Los poetas del dolce stil novo utilizaron el soneto y la canción, con predominio de los versos endecasílabos y heptasílabos.
El dolce stil novo era un estilo trágico, es decir, elevado, solemne. El stil novo significa la elección del trobar leu (‘fácil, comprensible’) frente a la oscuridad (trobar clus) de los poetas anteriores. Los poetas del stil novo se proponen utilizar un lenguaje dolce (‘dulce’) tanto en los efectos fónicos como en el uso de las imágenes poéticas, adecuado a los contenidos que expresan. A partir de este momento el abuso de las figuras retóricas quedará restringido a los géneros menores, a las composiciones de tono satírico. Supone, también, la renovación expresiva del lenguaje relacionado con la temática amorosa: el léxico y la sintaxis deben orientarse hacía la dulzura (dolcezza).

https://sites.google.com/site/losminutosqueprecedenalsueno/home/dante-introduccion/el-dolce-stil-novo

miércoles, 1 de agosto de 2018

2. La controvertida Edad Media

La controvertida Edad Media

Apuntes de Hontanar por Luis Quintana Tejera

La E. M. comprende aproximadamente diez siglos y como época histórica alberga a la Iglesia Romana que hizo y deshizo a su antojo en todos los aspectos imaginables: social, económico, político, personal. Aunque es difícil determinar los períodos que comprenden estas lejanas épocas, es factible reconocer que la E. M. inició en el siglo V con dos posibles acontecimientos:
1.       La división del Imperio Romano por Teodosio en el 395[1].
2.       La caída de Roma en poder de los bárbaros en el 476. Desde fines del siglo IV las olas de invasores germanos asolan Europa y llegan a destruir por completo el agonizante Imperio romano. En el 476 cae Roma en poder del rey de los hérulos: Odoacro.

                A su vez, esta etapa concluye en el siglo XV con la caída de Bizancio o Constantinopla en poder de los turcos otomanos; esto ocurre en 1453 aproximadamente.

                La E. M. fue considerada durante muchos años como una época de crueldad, de atraso, de oscurantismo y de regresión. El Renacimiento, sin duda por su proximidad y por su espíritu de reacción contra ella, se caracterizó por la total incomprensión de lo medieval, posición ésta que dominó durante los siglos XVII y XVIII principalmente y que, por desgracia, a veces tiende a reaparecer en nuestro complicado y moderno siglo XXI.

                El Romanticismo significó un retorno a la E. M. , pero llevó a cabo una falsa valoración, pues no vio en ella otra cosa que una época de misterios y de hazañas caballerescas, sobre la cual la imaginación podía desenvolverse libremente y de la cual se extraerían motivos para la expresión de los sentimientos.

                Muchos estudiosos, aunque no todos, han realizado en el siglo XX una valoración científica y medianamente objetiva de la E. M. Entre ellos, destacan Ernst Robert Curtius y su continuador Peter Dronke.[2] A la luz de estos estudios, se la considera como una de las épocas más ricas y fecundas de la historia, admirable por la profundidad de su filosofía, por la visión armónica y sistemática de la vida y por la belleza estética de sus producciones artísticas y literarias.

                Complementariamente, la concepción medieval de la existencia humana se halla animada por dos grandes ejes: la fe cristiana y el sentimiento del honor. Religión y heroísmo constituyen las bases de este pensamiento que tendrá muchos elementos en los que falta la verdadera realización del individuo.             
1.       Religiosidad.
Durante la E. M. Europa constituye una unidad religiosa en donde lo político y lo cultural se integran plenamente. No se excluyen, por supuesto, elementos hostiles o antagónicos, pero éstos son impotentes para destruirla. Toda la cultura está inspirada en la religión católica. La filosofía, el arte y la ciencia medievales descansan sobre la teología y están a su servicio. La vida terrenal se considera sólo como un camino que conduce a la vida eterna. Esa unidad religiosa se proyecta en el plano político en el cual se aspira a concretar una especie de Imperio Universal como el que busca Dante a través de su obra De Monarchia. A su vez, la unidad está favorecida por el empleo de una lengua común: el latín, única lengua de la filosofía, la teología y la ciencia. Posteriormente coexistirán la literatura escrita en latín con la que se escribe en lengua romance.
La Escolástica es la filosofía característica de la E. M. y ésta es el resultado de la adaptación del pensamiento aristotélico a la concepción cristiana. Dentro de La Escolástica destaca el Tomismo, cuyo principal representante —Tomás de Aquino— florece en el siglo XIII y en quien el pensamiento de Dante hunde sus raíces.

2.       Sentido heroico y caballeresco.
Después de la destrucción del Imperio de Carlomagno (siglo IX), en la época de los primeros tiempos del feudalismo, predomina el ideal épico y guerrero. La vida es dura, áspera, austera. La poesía de los cantares de gesta  corresponde a este momento. Posteriormente, junto al espíritu heroico y guerrero surge el sentimiento cortesano y caballeresco que se refleja en la poesía de los trovadores.

Algunos caracteres literarios
1.       Espontánea naturalidad. La literatura medieval se caracteriza por haberse formado sin tener en cuenta los modelos de la literatura greco-romana. Si bien Grecia y, sobre todo Roma, estaban muy cerca del pensamiento medieval, éstos —al menos al principio— prefirieron ignorarlos e intentaron ofrecer un modelo artístico diferente al de los clásicos; lo lograron parcialmente, porque finalmente concluyeron abrazando la causa clásica. Por esto no podemos afiliarnos a la afirmación de que los medievales desconocieron a los antiguos. Si bien es cierto que en general no se leía a los griegos —Aristóteles es la excepción— en cambio Cicerón, Virgilio, Horacio fueron traducidos e imitados durante el Medioevo. Por lo tanto, las obras latinas eran valoradas y estudiadas de acuerdo con la concepción cristiana. Teniendo en cuenta este aspecto, se estableció una selección: se prefirió a Virgilio en lugar de Homero y se despreció a Lucrecio, porque su concepción filosófica materialista no podía armonizar con la medieval.
2.       Tendencia moralizadora y satírica. Derivado de su carácter religioso, la literatura medieval persigue un fin didáctico y moralizador, lo cual le resta —al menos en parte— el desarrollo artístico que mereció tener.
3.       Lentitud del proceso de transformación. A diferencia del impulso renovador del Renacimiento y de la celeridad con que se suceden las tendencias literarias contemporáneas, la E. M. se caracteriza por la lentitud de su proceso de transformación. Existe una relativa inmovilidad o fijeza de los géneros literarios, aún cuando no debe exagerarse ese carácter. Hacer las cosas con tiempo puede representar un modo de actuar lento, pero ello no implica que los logros alcanzados fueran relativos o malos. No hay que olvidar que la E. M. es una época fecunda que contiene y desarrolla el germen del Renacimiento y no se la puede pensar como la metafórica “noche del mundo” como llegaron a decir algunos pensadores renacentistas y lo repitieron otros ignorantes contemporáneos.
4.       Uniformidad. Afirma Brunetière[3] que existe una asombrosa similitud entre las producciones literarias medievales de los diversos países europeos; pero esta similitud no debe exagerarse tampoco. Por ejemplo, el Cantar de los Nibelungos se diferencia de La Canción de Roldán por la mayor aportación mítico mágica que no destaca tanto en el segundo.
5.       Impersonalidad. La falta de significación local y de significación individual le hace pensar al mismo Brunetière en este carácter de impersonalidad.









[1] Flavio Teodosio, Teodosio I o también en el seno católico como Teodosio el Grande (Coca o Itálica, 11 de enero de 347 - Milán, 17 de enero de 395), fue un emperador de los romanos desde agosto de 378, como Dominus Noster Flavius Theodosius Augustus, hasta su muerte, deificado como Divus Theodosius. Promovido a la dignidad imperial tras el desastre de Adrianópolis, primero compartió el poder con Graciano y Valentiniano II. El 15 de mayo de 392, Teodosio reunió las porciones oriental y occidental del Imperio, siendo el último emperador en gobernar todo el mundo romano. Después de su muerte, las dos partes del Imperio se separaron definitivamente.
Con respecto a su política religiosa, continuó con la intolerable persecución a los paganos y tomó la trascendental decisión de hacer del cristianismo niceno o catolicismo la religión oficial del Imperio mediante el Edicto de Tesalónica de 380. (De Wikipedia).

[2] E. R. Curtius (1955). Literatura europea y Edad Media latina, trad. de Margit Frenk y Antonio Alatorre, México, F.C.E.
P. Dronke (1981). La individualidad poética en la Edad Media, trad. de Francisco Rico, Madrid, Alhambra.
[3] Crítico francés quien en Historia de la literatura clásica francesa desarrolla este concepto. 

4. El Renacimiento en la literatura europea

El Renacimiento

Caracteres históricos y culturales del Renacimiento europeo
Se denomina “Renacimiento” al brillante movimiento artístico, literario e ideológico, que después de la Edad Media produjo un resurgimiento de las artes y de las letras inspirado en los modelos clásicos greco-latinos.
En el siglo XIV cae en decadencia la cultura medieval y en ese misma centuria partirá de Italia el impulso creador del nuevo espíritu: el humanismo, de acuerdo con lo comentado supra.
Insistimos en que la Edad Media tuvo sus propios valores y de ninguna manera debe menospreciarse en comparación con el Renacimiento. A los renacentistas se debe la frase: “La Edad Media es la noche del mundo”, pero no refleja un contenido auténtico, sólo revela los prejuiciosde la nueva generación hacia sus predecesores.

Los descubrimientos científicos y geográficos
Paralelamente al desarrollo del humanismo, las invenciones y descubrimientos de los siglos
XIV y XV contribuyeron a la transformación total de la cultura europea, que caracteriza a la
época del Renacimiento.
Estos descubrimientos producen una intensa modifi cación de las condiciones económicas y de las relaciones comerciales. La afluencia de oro y plata determina la extensión del comercio y la aparición de los grandes banqueros. Los adelantos científi cos contribuyen a formar una nueva concepción del universo, entre éstos se encuentra la imprenta creada por los chinos en el año 960 y perfeccionada por Gutenberg, en Alemania, en 1438; Gutenberg utilizó la imprenta a gran escala y a una tinta que permitía la impresión del papel por las dos caras. Además de
la brújula y otros instrumentos de navegación y la pólvora —que ya había sido usada por los chinos—. En el orden de los descubrimientos destaca la fecha de 1492 cuando el navegante genovés Cristóbal Colón descubre América y abre la puerta para nuevas rutas comerciales y renovadas posibilidades territoriales con las que los españoles soñaban desde hacía ya mucho tiempo.

Caracteres literarios
Podemos precisar los siguientes caracteres de la literatura renacentista: valores artísticos, intertextualidad con fundamento en el mundo antiguo, impulso renovador y diversidad, que describimos brevemente a continuación.
1. Predominio de los valores artísticos. Los ideales de la cultura renacentista, individualismo y naturalismo, inspiran las obras literarias. La glorif cación del hombre, el sentido de la belleza del paisaje y el amor a los goces terrenales se reflejan en la literatura.
La literatura renacentista no persigue un propósito moralizador, sino exclusivamente el goce artístico. No busca la verdad, sino la belleza. Lo fundamental es la forma y el estilo. Como ejemplo podemos citar la poesía bucólica o pastoril, artificiosa y convencional, tan característica
de esta época.
2. Intertextualidad basada en el mundo antiguo. La literatura renacentista se inspira en los modelos clásicos greco-latinos. Es culta y habilidosa, divorciada de la vida; recurre a la mitología pagana y toma de los antiguos no sólo la forma, sino también el espíritu.
3. Impulso renovador y diversidad. La literatura renacentista evoluciona rápidamente y se caracteriza por una ansia de progreso y de transformación. Es rica y variada, diversa según las regiones.

El Renacimiento en los principales países europeos

1. En España.
El Renacimiento español se caracteriza por continuar la tradición medieval hispánica; tal vez por ello ha logrado España su mayor esplendor en esta época.
Podemos señalar los siguientes momentos que consideran las diversas expresiones de la literatura durante el Renacimiento:
a) Las novelas de caballería cuyo exponente central es el Amadís de Gaula.
b) La novela picaresca que plantea una actitud nihilista ante los ideales del medievo y del Renacimiento. El Lazarillo de Tormes define a la perfección este momento.
c) La lírica inspirada en el modelo italiano: Boscán y Garcilaso de la Vega entre otros.
d) Los poetas místicos estimulados por el espíritu de la Contrarreforma, entre quienes se incluyen
San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de León.
e) Por último, las enormes fi guras de Miguel de Cervantes Saavedra y de Lope de Vega se ubican
en la frontera entre Renacimiento y barroco, aunque ambos por su capacidad artística y su nivel creador están por encima de cualquier esquema o intento de catalogación.
2. En Italia
En las letras y en las artes los principales representantes del Renacimiento italiano son:
a) Entre los prosistas, Bembo y Maquiavelo.
b) Como poeta aparece en la primera mitad del siglo XVI Ludovico Ariosto con su obra Orlando furioso.

3. En Francia
El Renacimiento en Francia comprende todo el siglo XVI, desde la primera guerra de Italia (1494) hasta la muerte de Enrique IV y la formación de la sociedad preciosista (1610). Fue un siglo individualista, anárquico y lírico.
En la literatura francesa de esta época destacan las fi guras de Rabelais en la prosa y los miembros de la denominada “Pléyade”, entre quienes se incluye a Pierre de Ronsard. La poesía de la “Pléyade” es brillante, erudita y amanerada. La lengua en el siglo XVI es variada, indisciplinada y además se nutre de extranjerismos: helenismos, latinismos e italianismos.

4. En Inglaterra
El panorama de la literatura inglesa durante el periodo analizado es muy vasto no sólo debido a su enorme producción, sino también por alcanzar Inglaterra la Edad de Oro justamente en ese momento. Por tal razón, ofreceremos primero un breve panorama del Renacimiento inglés incluyendo algunos antecedentes, para concentrarnos luego en la figura de dos dramaturgos destacados: Christopher Marlowe y William Shakespeare.
a) Los humanistas ingleses.
En 1499 coexistía en Inglaterra un floreciente grupo de humanistas y helenistas entre los que destacan: John Colet, William Lily y Thomas Moro. De este último corresponde recordar su amplio sentido humano de la vida, así como su multicitada obra Utopía y otros textos relevantes:
La historia de Ricardo III y El diálogo del consuelo contra los infortunios.

b) El drama en el periodo Tudor.
Las características más destacadas del teatro inglés de este periodo consisten en la transformación de las Moralidades en Entremeses y el establecimiento de los géneros que constituirán los fundamentos de la dramática moderna: la comedia, el drama histórico y la tragedia.

c) Literatura del periodo isabelino.
El periodo isabelino abarca casi un siglo de estabilidad política y esplendor cultural. El reinado de Isabel I (1558-1603) unifi ca a Inglaterra en los aspectos político y religioso. Al fi nal de su reinado Isabel I logra unir Escocia a Inglaterra, nombrando heredero de su corona a Jacobo I, hijo de María Estuardo. Precisamente la producción shakespeareana se ubica en el segundo
momento del gobierno de Isabel y el primero del de Jacobo.

d) La poesía inglesa desde Spenser a Donne.
El poeta inglés más relevante del Renacimiento y la figura más importante después de Chaucer es Edmund Spenser (1552-1599). Se vio influido por Virgilio y por la poesía italiana y francesa del momento. Su máxima obra es La reina de las hadas, la cual consta de 32 000 versos; el poeta trabajó en ella aproximadamente dieciocho años. Philip Sydney (1554-1586). A pesar de ser otro destacado poeta de esta época, su producción poética —al igual que la de Garcilaso— es escasa, y en ambos casos su publicación es póstuma.
The Arcadia —su obra más destacada— es una novela que intercala poemas de alta realización estética.

e) La novela y la prosa isabelinas.
La novela isabelina presenta tres tendencias principales: la romántica que procede de la tradición medieval; la intelectual y artificiosa llamada eufuística que con ciertas reservas puede relacionarse con el conceptismo literario iniciado en España con Quevedo, y la realista que se manifiesta en dos direcciones principales: la picaresca de origen español y la propiamente realista, de fuente netamente inglesa.

f) El drama en el periodo de Shakespeare y hasta la clausura de los teatros.
Inglaterra coincide temporalmente con España en la producción teatral más valiosa de la literatura moderna. En este sentido, Shakespeare y Lope de Vega son los realizadores más perfectos y a ellos aludiremos después.
Entre los precursores inmediatos de William Shakespeare se encuentra Christopher Marlowe (1564-1593).