EL FANTASMA DE CANTERVILLE
1887
Oscar Wilde
Por Michelle Peña Sámano
El fantasma de Canterville es una novela corta escrita por Oscar
Wilde, publicada por primera vez en 1887. La historia gira en torno a una
familia estadounidense, los Otis, que se mudan a una antigua mansión inglesa
conocida por estar embrujada por el fantasma de Sir Simon de Canterville. A
través de esta historia, Wilde explora temas como el choque de culturas, la
importancia de la empatía y el poder del amor y el perdón. Al inicio de la
novela, Wilde establece rápidamente el tono y el estilo de la historia. La
novela comienza con una descripción detallada y humorística de la mansión de
Canterville y su historia sobrenatural. El narrador, que adopta un tono irónico
y satírico, presenta la mansión como un lugar tenebroso y embrujado, pero
también resalta la actitud irreverente y desafiante de los nuevos inquilinos,
la familia Otis. El inicio es una combinación de elementos góticos y cómicos,
estableciendo así el tono satírico que caracteriza toda la obra.
El fantasma de Canterville está narrado en
tercera persona omnisciente. El narrador tiene acceso a los pensamientos y
emociones de los personajes, lo que le permite proporcionar una visión completa
de los acontecimientos y las motivaciones de los personajes. Además, el
narrador utiliza un tono irónico y humorístico, comentando de manera sutil y
burlona sobre las acciones y actitudes de los personajes. Esta elección narrativa
refuerza el tono satírico y cómico de la obra, permitiendo al lector disfrutar
de la ironía y el ingenio de Wilde.
La novela sigue una estructura lineal y cronológica.
Wilde divide la historia en capítulos que presentan diferentes episodios y
situaciones cómicas, relacionadas con los intentos del fantasma de asustar a la
familia Otis. Cada capítulo se desarrolla de manera secuencial, avanzando en la
trama y mostrando la interacción entre los personajes.
En cuanto al final de la obra, Wilde ofrece un
desenlace que combina elementos cómicos y emotivos. Sin revelar demasiado, el
final trae una resolución satisfactoria para los personajes principales y
cierra los arcos narrativos, de manera adecuada. A través de eventos
inesperados y revelaciones sorprendentes, reitero la idea de que Wilde logra
transmitir un mensaje sobre la importancia del amor, el perdón y la redención.
Ahora bien, las figuras retóricas utilizadas por
Wilde en El fantasma de Canterville, se pueden identificar a lo largo de
la obra, predominando las siguientes:
1. Ironía: Wilde utiliza la ironía de manera frecuente a lo largo de la
historia. Por ejemplo, el hecho de que la familia Otis, en lugar de asustarse
por el fantasma, lo considera una especie de broma y se muestra más preocupada
por las manchas de sangre en la alfombra, que por el propio espectro.
2. Sarcasmo: El sarcasmo se emplea como una forma de crítica social.
Wilde utiliza el sarcasmo para burlarse de la obsesión victoriana por la
tradición y las apariencias externas, representada por personajes como la Sra.
Umney y Lady Canterville.
3. Metáfora: Wilde utiliza metáforas para agregar belleza y profundidad
a su prosa. Por ejemplo, describe el rostro del fantasma como "pálido y
demacrado, pero “extraordinariamente hermoso" y lo compara con el
"rostro de un viejo retrato".
4. Sinestesia: Esta figura retórica combina diferentes sentidos en una
misma descripción. Wilde utiliza la sinestesia para crear imágenes vívidas y
sensoriales. Por ejemplo, describe el sonido del reloj de la mansión como
"un susurro lúgubre, como del paso de algo invisible".
5. Quiasmo: Wilde emplea el quiasmo para alterar el orden lógico de las
palabras en una oración y crear un efecto poético. Por ejemplo, en la frase "fría
sangre y corazón caliente", invierte el orden esperado de los adjetivos.
6. Anáfora: Esta figura retórica consiste en repetir una palabra o
frase al comienzo de varias oraciones seguidas. Wilde utiliza la anáfora para
enfatizar ciertas ideas o crear un ritmo en la narración. Por ejemplo, en la
frase "Sabía que no había esperanza, pero no podía evitar sentir",
repite la palabra "no" para resaltar la falta de esperanza.
Para finalizar, "El fantasma de
Canterville" transmite varios mensajes a lo largo de la historia. Aunque
es en gran medida una sátira cómica, la novela también aborda temas más
profundos y universales como anteriormente he mencionado. Profundizando estos aspectos,
tenemos el siguiente análisis:
1. Redención y perdón: A medida que se desarrolla la trama, el fantasma
de Canterville experimenta una evolución emocional y busca la redención a
través del amor y el perdón. Esto resalta la idea de que el arrepentimiento y
el cambio son posibles, incluso para aquellos considerados
"monstruos" o figuras aterradoras.
2. La importancia de la empatía: La novela enfatiza la importancia de
la empatía y la compasión hacia los demás. A medida que la familia Otis
interactúa con el fantasma, se muestra su falta de miedo y su comprensión hacia
su sufrimiento.
Esta actitud empática contrasta con la actitud de
los personajes más rígidos y
tradicionales, y destaca la necesidad de comprender y aceptar a los
demás.
En resumen, Wilde busca entretener al lector con su
humor y sátira, pero también plantea mensajes más profundos sobre la sociedad,
desafiando las convenciones sociales y promoviendo valores como la
autenticidad, la compasión y la búsqueda de la redención.
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