martes, 28 de junio de 2016

Como narrar de Luis Quintana

Algunas observaciones en torno al acto de narrar
Luis Quintana Tejera

1.       Paciencia, dedicación y algo de disciplina son ingredientes básicos para comenzar a escribir.
2.       Piensa en un hecho del pasado; ubica el paisaje y una o dos circunstancias que hayan enmarcado ese acontecimiento. Entrégate al deleite del recuerdo. Vívelo primero en tu conciencia y cuando ya estés saciado de ello, déjalo salir.
3.       Empieza a componer cuando tengas ganas de hacerlo; no esperes a las musas, ellas con frecuencia faltan a la cita.
4.       La literatura es tan sencilla como la vida y sólo le tiene miedo a la muerte del genio.
5.       La recreación de acontecimientos más o menos lejanos, más o menos familiares, debe ser el punto de partida; pero tienes que dejar en libertad al impulso más puro que anida en ti: el deseo de conocer cada día algo nuevo.
6.       Empieza tu cuento con una frase contundente que de un modo u otro anuncie el final. Nada de lo que escribas podrá desecharse, por el contrario, en el universo personal de quien redacta anida el misterio ontológico de una existencia.
7.       En una novela, no abuses de las metadiégesis. Si no tienes nada más que decir llévala honestamente hacia el final.
8.       Al parecer, todo cuento reclama un inicio in medias res, porque todo en la vida del hombre es continuidad y en ese mismo devenir está la clave de una auténtica escritura.
9.       Un incipiat en extrema res muestra y esconde en misteriosa simultaneidad el final del relato. Hazlo con cautela; la clave está en decir mucho menos de lo que el lector espera descubrir.
10.   Si piensas que todo empieza con el nacimiento de tu personaje para permitirle luego vivir y finalmente+ morir, estarás en lo cierto si sabes manejar correctamente el sistema contextual en que se ubican los hechos. 
11.   La emoción intensa que muchas veces se apodera de tu alma no es quizás la mejor consejera, pero te ayuda a poner las cosas en su verdadero lugar.  Un cuento triste se diferencia de otro alegre no sólo por el estado de ánimo de tus personajes, sino también por tu propio equilibrio individual.
12.   Si el autor es un alter Deus, compórtate siempre a la altura de un dios. Crea con empeño y sin reclame; no sólo vivas para crear, sino que también crea para vivir.
13.   Un cuento es un fragmento de vida; no dejes de darle todos los elementos necesarios para que sea al menos verosímil. Un lector analítico confiará en ti y tú tendrás como misión demostrarle que sabes mentir diciendo la verdad.
14.   Nada será revelado,  porque el espíritu santo de las letras no existe. El contenido de lo literario seguirá siendo un misterio sin desvelar plenamente.  Sólo tú sabrás otorgarle a la palabra la magia necesaria para que logre expresar los millones de deseos que anidan en el alma humana.
15.   No importa si el final de un relato es feliz o amargo; si es continuo o reticente. Sólo basta con que se llegue a él con la convicción de haberlo alcanzado.

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