CAPÍTULO 4.
Otros géneros
breves
Leyenda
Te explico qué es una leyenda, sus
características, elementos y diferencias con un mito.
Además, hablaré de los
diferentes tipos de leyendas y proporcionaré diversos ejemplos.
Una leyenda es un relato
que cuenta hechos humanos o sobrenaturales, que se transmite de generación en
generación de manera oral o escrita dentro de una familia, clan o pueblo. Las
leyendas relatan hechos y sucesos relacionados con la patria, héroes populares,
criaturas imaginarias y ánimas.
A pesar de que contienen
hechos sobrenaturales, milagrosos y criaturas ficticias, las leyendas son
consideradas por muchas personas como relatos verídicos, ya que intentan dar
explicación a un fenómeno y suelen estar situadas en un lugar geográfico
conocido y en un período determinado de la historia.
Usualmente las leyendas
están relacionadas con la cultura popular tradicional de los pueblos. Algunas
son muy antiguas por lo que fueron mutando a medida que se transmitían de forma
oral. En estos relatos se pueden rastrear los sentimientos más profundos de una
comunidad, su entorno, su religiosidad y su identidad.
Características de una
leyenda
1. Tiene
su origen en la tradición oral.
2. Se
transmite de generación en generación.
3. Se
centra en un personaje principal.
4. Se
sitúa en un tiempo y lugar específico.
5. Se
basa en hechos naturales o sobrenaturales.
6. Forma
parte de un hecho o suceso histórico concreto.
7. Incluye
elementos de la realidad y elementos fantásticos.
8. Intenta
dar una explicación a un fenómeno.
9. Es
una narración verosímil, pero no verdadera.
10. Se
transforma a través del tiempo y puede tener varias versiones.
Elementos de una leyenda
Contexto. Se narra en un tiempo y
espacio determinado.
Trama. Tiene un argumento y es una
narración con una introducción, un nudo y un desenlace
o moraleja.
Narrador. Relata en tercera persona
toda la acción.
Personajes. Suele estar protagonizada
por un personaje principal, humano o no, y tiene pocos
personajes secundarios.
Ejemplos de leyendas
“La llorona”
Cuenta
la leyenda que en el año mil quinientos, una joven mestiza, hija de un español
y de una india del Nuevo Mundo se
enamoró de un capitán español, con quien concibió dos
hijos. Al tiempo, el capitán se casó
con una mujer española, y en un ataque de locura, la
primera mujer mató con un
puñal a sus dos hijos. Con las manos ensangrentadas, salió a la calle llorando
y gritando.
La llorona es una de las
leyendas más extendidas en México, América Latina y el Caribe. Este personaje
suele aparecer en ríos, y las personas que viven en zonas aledañas afirman que
de noche se la escucha llorar.
“El monstruo del Lago Ness”
Según
la leyenda se sostiene que existe en las aguas del Lago Ness (ubicado a 270
km de Edimburgo en
Escocia) una bestia similar a una ballena. La leyenda tiene sus antecedentes en
el siglo VI, pero no fue hasta fines del siglo XIX que los periódicos
comenzaron a difundir la noticia y la leyenda cobró fama internacional.
En
una oportunidad, el animal fue avistado por una pareja que iba en su auto cerca
de
la costa del lago, la
noticia fue difundida por el diario Inverness Courier, quién le puso a la
criatura el nombre de “monstruo”.
A
partir de allí, la historia tomó un curso mediático, se realizaron múltiples
investigaciones, y muchas
personas aseguraron haber visto al monstruo sin que se llegara a comprobar.
“Robin Hood”
Es
una de las leyendas más populares del mundo ambientada en la época medieval en
Inglaterra. La historia
cuenta que Robin Hood era el líder de una banda de bandidos que vivía en el
bosque de Sherwood, que robaba a los nobles para darle a los que menos tenían.
El personaje representa
el arquetipo del héroe y su historia fue llevada al teatro, a la literatura y
al cine y forma parte de la cultura popular.
Leyenda y mito
Con frecuencia se suele utilizar el
término “leyenda” como sinónimo de “mito”, y
aunque ambas son
narraciones usadas para explicar fenómenos naturales o sobrenaturales, existen
ciertos aspectos que las diferencian:
1. Veracidad.
Las leyendas pueden ser tomadas como narraciones reales por algunas personas,
pero se sabe que son ficción, mientras que los mitos sólo pueden ser originados
si fueron considerados verdaderos dentro del contexto de una cultura o
religión. Sin embargo, en otras culturas los mitos son considerados ficción,
como ocurre hoy con la mitología griega. Por otro lado, las leyendas se basan
en hechos de la realidad que fueron experimentados u observados y a los que se
les intenta dar una explicación, también pueden basarse en hechos
sobrenaturales o imaginarios pero que se conciben como reales.
2. Forma.
Las leyendas suelen cambiar de forma con el paso del tiempo, mientras que los
mitos son narraciones más concretas y acabadas.
3. Protagonista.
Las leyendas tienen como protagonista a hombres o animales que se cree que
existen o existieron en la realidad, mientras que en los mitos los
protagonistas son héroes, dioses o semidioses que no existieron.
4. Contexto.
Las leyendas se sitúan en un contexto reconocible, están localizadas en algún
lugar concreto y en un momento histórico preciso. Los mitos suelen localizarse
en lugares y épocas pasadas y difíciles de reconocer.
“Leyenda”. Autor: Equipo editorial,
Etecé. De: Argentina. Para: Concepto. De. Disponible
en: https://concepto.de/leyenda/.
Última edición: 14 de julio de 2022. Consultado: 02 de noviembre de 2022 ©
2013-2022 Enciclopedia Concepto. Todos los derechos reservados.
(https://concepto.de/leyenda/#ixzz7jWReBjNw,
consultado el 02/11/2022).
Fábula.
Narración, generalmente en verso, de
la que se deduce una enseñanza de carácter
moral. El
género procede de la
literatura oriental, pero fueron, sobre todo, el griego Esopo y el romano Fredo
los que dieron la forma definitiva. El francés La Fontaine fue el maestro de
los fabulistas modernos. Entre los españoles destacan Tomás de Iriarte y Félix
María de Samaniego. La voz “fábula” posee una acepción más amplia y vale
entonces tanto como argumento o narración. En este sentido, lo encontramos
empleado en autores antiguos y modernos. Un ejemplo tomado de Luis de Góngora Fábula
de Polifemo y Galatea lo puedes leer en: https://www.poemas-del-alma.com/sor-juana-ines-de-la-cruz.htm,
consultado el 02/11/2022).
Actualmente se emplea el
verbo fabular y el sustantivo fabulación para designar la
capacidad de entretejer historias e incidencias narrativas.
(Bustos Tovar, 1985: 216.
Parábola
Narración simbólica,
generalmente breve, que entraña una enseñanza moral. Es una forma de alegoría y
se diferencia de la fábula o del apólogo en el carácter grave de su asunto, en
que trata hechos de los hombres y en que no hay personificación de animales.
Las parábolas más conocidas son las incluidas en los evangelios. (1985: 453).
Apólogo.
Además
de ser uno de los subgéneros más significativos del mundo literario dentro
del género didáctico, es
uno de los tipos de texto más importante debido esencialmente a su función,
dado que mantiene una intención moralizante. Es así como, el apólogo es una
forma de narración moral de corta o mediana extensión, que a menudo se
relaciona con el relato simbólico.
También se le
suele relacionar con la fábula, sin embargo, la principal diferencia radica
en que el apólogo no tiene incluidos
personajes de animales, sino que todos ellos son seres
humanos.
Significado del subgénero
apólogo
El
término apólogo proviene del latín apolŏgus, y que a su vez procede del griego
ἀπόλογος que puede traducirse como cuento. De ahí que
el apólogo sea un texto de corta o mediana extensión que narra una historia.
Definición del subgénero
apólogo
Podemos
definir el apólogo como un tipo de narración cuyo enfoque principal es la
instrucción sobre un
principio ético, en el que los protagonistas son seres humanos que atraviesan
vicisitudes verosímiles, como sucede en la vida real.
¿Cuál es la función del
apólogo?
La
intención principal del apólogo consiste en la instrucción sobre un principio
moral
o de conducta que puede
ubicarse en cualquier parte del texto, de manera que su propósito es la
exposición de una moraleja que aparece protagonizada por seres humanos. Es así como
el apólogo persigue ideales que son reforzados a través de la reflexión, la abnegación
por grandes causas, elevación de los principios y demás elementos que permitan
alcanzar la perfección interna en el ser humano.
Historia y origen del
apólogo
Se
considera que el nacimiento del subgénero didáctico se remonta al siglo VI a.C.
Momento en el que Nixhue,
el rey persa, decide enviar al médico de su corte, llamado Barzuyeh, a la
búsqueda de hierbas que, según se creía, tenían la facultad de resucitar a los
muertos y que encontraría en la India. Tras la consulta del médico con los sabios
de la región, se explica que las hierbas en realidad eran una serie de libros
para el entendimiento de los ignorantes, libros que recibían el nombre de Calila
y Dimna.
En
el viaje de retorno de Barzuyeh, llevaba las escrituras y las tradujo para que
su rey
pudiera entender su contenido. Estos
libros posteriormente darán origen al subgénero. Sin
embargo, de las dos
versiones no quedaron muestras, sino que la que se tiene es del siglo VI a.C.
dado que luego fueron traducidas al árabe y al siríaco. Con la transcripción
del texto al griego, pudo traducirse posteriormente al hebreo, al persa y al
castellano.
Sin
embargo, es en Persia donde se establece el subgénero finalmente, destacando
las
primeras características de ésta como
por ejemplo la presencia de diferentes virtudes y
defectos del ser humano
entorno a situaciones variadas que van a desencadenar en principios morales o
éticos para configurar la moraleja. Durante la Edad Media, el apólogo empieza a
difundirse a través de los países de Occidente y es finalmente en Francia donde
consigue su máximo desarrollo con la elaboración de las obras más importantes
de representación.
Características del
subgénero apólogo
A continuación, veremos una serie de
elementos clave para profundizar en este subgénero
literario:
1. Tema:
una de las características más importantes del apólogo tiene que ver con los
temas que suele tratar
dentro de los textos, dado que, teniendo en cuenta su intención moralizante y
el tipo de personajes que plantea, los hechos que presenta son historias
verosímiles, es decir, creíbles y que podemos encontrar fácilmente dentro de la
vida real. Sin embargo, no por ello se descarta la presencia de la fuerza de la
imaginación dentro de la creación.
2. Forma
de escritura: a diferencia de otros tipos de texto con los que se le suele
Relacionar, especialmente
por su contenido e intención moralizante, el apólogo mantiene una escritura en prosa. Además de ello, su extensión se debe
a que muchos de los acontecimientos y demás giros que toman las historias
narrativas, son explicadas.
3. Lenguaje:
otro aspecto importante que se debe mencionar es que el apólogo mantiene
un lenguaje sencillo que no cuenta
con términos técnicos o complejos, sino que es sumamente
accesible para los
lectores, de manera que aumenta su facilidad de comprensión y permite que su
difusión sea mucho más simple. Esto, precisamente por la intención de enganchar
la atención del lector dentro de la historia para conducirlo al principio
moralizante que integra.
4. Personajes:
el apólogo se caracteriza, entre otras cosas, porque sus protagonistas y
personajes son siempre seres humanos, a diferencia de
la fábula en la que éstos con frecuencia son animales.
5. Mensaje:
como mencionamos, una de las principales características del apólogo tiene
que ver con el
principio moral que lleva al lector, el cual se fija como principal objetivo.
Es así como el mensaje va dirigido a la superación de las personas en función
de una serie de condiciones que pueden relacionar fácilmente con su vida
diaria.
Autores y obras más
importantes del subgénero apólogo
Una
de las obras más importantes de este subgénero didáctico es “Calila y Dimna”,
una colección de relatos
cuya fecha data del año 1251 y que procede de Oriente, específicamente de India
y que logró una gran difusión gracias a la traducción al castellano. Sin
embargo, aún se discute sobre si se trata de una fábula o un apólogo. Además,
también destaca el Conde Lucanor.
Ejemplo de apólogo
A continuación, presento un fragmento
del apólogo del Conde Lucanor:
V: “Lo que sucedió a una zorra con un
cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico”
Don Juan Manuel:
El Conde Lucanor o Libro de Patronio.
Siglo XIV
Hablando otro día el Conde Lucanor
con Patronio, su consejero, le dijo:
• Patronio,
un hombre que se llama mi amigo comenzó a alabarme y me dio a entender que
yo tenía mucho poder y
muy buenas cualidades. Después de tantos halagos me propuso un negocio, que a
primera vista me pareció muy provechoso.
Entonces el conde contó a Patronio el
trato que su amigo le proponía y, aunque parecía
efectivamente de mucho interés,
Patronio descubrió que pretendían engañar al conde con
hermosas palabras. Por eso le dijo:
• Señor
Conde Lucanor, debéis saber que ese hombre os quiere engañar y así os dice que
vuestro poder y vuestro estado son
mayores de lo que en realidad son. Por eso, para que
evitéis ese engaño que os prepara, me
gustaría que supierais lo que sucedió a un cuervo con
una zorra.
Y el conde le preguntó lo ocurrido.
• Señor
Conde Lucanor -dijo Patronio-, el cuervo encontró una vez un gran pedazo de
queso y se subió a un árbol para comérselo con tranquilidad, sin que nadie le
molestara. Estando así el cuervo, acertó a pasar la zorra debajo del árbol y,
cuando vio el queso, empezó a urdir la forma de quitárselo. Con ese fin le
dijo:
»-Don Cuervo, desde hace mucho tiempo
he oído hablar de vos, de vuestra nobleza y de vuestra gallardía, pero, aunque
os he buscado por todas partes, ni Dios ni mi suerte me han permitido
encontraros antes. Ahora que os veo, pienso que sois muy superior a lo que me
decían. Y para que veáis que no trato de lisonjearos, no sólo os diré vuestras
buenas prendas, sino también los defectos que os atribuyen. Todos dicen que,
como el color de vuestras plumas, ojos, patas y garras es negro, y como el
negro no es tan bonito como otros colores, el ser vos tan negro os hace muy
feo, sin darse cuenta de su error pues, aunque vuestras plumas son negras,
tienen un tono azulado, como las del pavo real, que es la más bella de las
aves. Y pues vuestros ojos son para ver, como el negro hace ver mejor, los ojos
negros son los mejores y por ello todos alaban los ojos de la gacela, que los
tiene más oscuros que ningún animal. Además, vuestro pico y vuestras uñas son
más fuertes que los de ninguna otra ave de vuestro tamaño. También quiero
deciros que voláis con tal ligereza que podéis ir contra el viento, aunque sea
muy fuerte, cosa que otras muchas aves no pueden hacer tan fácilmente como vos.
Y así creo que, como Dios todo lo hace bien, no habrá consentido que vos, tan
perfecto en todo, no pudieseis cantar mejor que el resto de las aves, y porque
Dios me ha otorgado la dicha de veros y he podido comprobar que sois más bello
de lo que dicen, me sentiría muy dichosa de oír vuestro canto.
» Señor Conde Lucanor, pensad que,
aunque la intención de la zorra era engañar al cuervo, siempre le dijo verdades
a medias y, así, estad seguro de que una verdad engañosa producirá los peores
males y perjuicios.
» Cuando el cuervo se vio tan alabado
por la zorra, como era verdad cuanto decía, creyó que no lo engañaba y,
pensando que era su amiga, no sospechó que lo hacía por quitarle el queso.
Convencido el cuervo por sus palabras y halagos, abrió el pico para cantar, por
complacer a la zorra. Cuando abrió la boca, cayó el queso a tierra, lo cogió la
zorra y escapó con él. Así fue engañado el cuervo por las alabanzas de su falsa
amiga, que le hizo creerse más hermoso y perfecto de lo que realmente era.
» Y vos, señor Conde Lucanor, pues
veis que, aunque Dios os otorgó muchos bienes, aquel hombre os quiere convencer
de que vuestro poder y estado aventajan en mucho la realidad, creed que lo hace
por engañaros. Y, por tanto, debéis estar prevenido y actuar como hombre de
buen juicio.
Al conde le agradó mucho lo que
Patronio le dijo e hízolo así. Por su buen consejo evitó que lo engañaran.
Y como don Juan creyó que este cuento
era bueno, lo mandó poner en este libro e hizo estos versos, que resumen la
moraleja. Estos son los versos:
Quien te encuentra bellezas que no
tienes,
siempre busca quitarte algunos
bienes.[1]
Les
ofrezco a mis lectores un libro múltiple en donde podrán encontrar —en el marco
de la
obra
narrativa, por supuesto— lecturas, ejercicios, reflexiones, análisis
literarios, propuestas e indicaciones generales en donde hallarán también
respuestas para sus inquietudes personales, que les permitirán empezar a
desarrollar un sentido autocrítico, que representa hoy una de las habilidades
que con mayor entrega debemos llevar a cabo. Al mismo tiempo, hice posible un
recorrido parcial por el cuento europeo iniciando desde sus más lejanos orígenes, como quedó explicado
en el índice y en el prólogo respectivamente, hasta la literatura
contemporánea. He subrayado los grandes cambios que con el correr del tiempo se
han ido gestando en la literatura, observada ésta desde la óptica del relato
breve. Aunque el hombre es el principal
protagonista, autor y actor de los cuentos compendiados, nuestra intención no
ha sido plantear una antropología, sino más bien ubicar el papel que el ser
humano cumple hoy en el contexto de esos dos polos que son la realidad y la
ficción. Hay en el libro juicios personales y reflexiones generales; ambos
aspectos forman parte de una postura crítica individual que he desarrollado con
la mayor fidelidad posible.
[1] Don Juan Manuel. El
conde Lucanor, Madrid, Biblioteca virtual Miguel de Cervantes: 46-48, www.cervantesvirtual.com, consultado el 03/11/2022.
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