Ray Mauricio Martínez Evangelista
Análisis de “La Metamorfosis”.
Chuang-Tzu soñó que era una mariposa
y no sabía al despertar si era un hombre
que había soñado ser una mariposa
o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre;
(Herbert Allen Giles, en Chuang-Tzu, 1889)
“La
Metamorfosis” de Franz Kafka es una representación simbólica del autor, cuyo narrador
omnisciente se sujeta a una narrativa lineal en el tiempo para expresar la deshumanización
del hombre, en el mundo contemporáneo. Asimismo, Gregorio Samsa es una
manifestación simbólica del insecto de cómo se ve y cómo se desenvuelve en el
mundo, sea personal, sea familiar, sea laboral. Esto me remite a que el insecto
es un elemento literario ampliamente usado que personifica el protagonista en
turno, con esto no descarto que el insecto es quien despierta siendo Gregorio
Samsa o es Gregorio Samsa quien despierta, siendo insecto, es decir: Chuang-Tzu
soñó que era una mariposa y no sabía al despertar si era un hombre que había
soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre”;
(Herbert Allen Giles). Esta última cita va acorde con el comienzo de la narración de “La Metamorfosis”:
“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo,
se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Reitero que ¿es
el insecto quien despierta siendo Gregorio Samsa o es Gregorio Samsa quien
despierta siendo insecto? Por otro lado, el insecto juega este papel alegórico
en un mundo atestado por las relaciones extra personales; aunado a esto, dicha
alegoría va en concordancia con estas criaturas invertebradas, haciendo así, un
paralelismo distópico de ambas especies, el hombre, y el artrópodo. Distópico
porque en ambas especies hay mucho más en común de lo que se podría pensar,
especialmente con las hormigas.
Ubicamos dos características que tienen ambos:
el trabajo extenuante, y la guerra.
Ambos
conceptos son sinónimo de distopía, claro, las hormigas no son conscientes que viven
en una distopía, no las culpo, el hombre, ajetreado con el día a día tampoco se
da cuenta, pero éste es la piedra angular del relato: El artrópodo o el hombre toma
conciencia de que vive inmerso en una distopía, es decir, un mundo moderno que
lo oprime y deprime, abrumado por lo laboral, familiar y
personal,
dicho de otro modo, Gregorio Samsa despierta.
Para comprender la narración es imperativo un
atisbo al contexto histórico, ya que esta obra fue publicada a inicios del
siglo XX coincidiendo así con la primera guerra mundial, época que es bien
sabido por los conflictos sociales, políticos y económicos, dando un cambio
radical de la vida de las personas. Es por este contexto que hago referencia a
que Gregorio Samsa está inmerso en un mundo distópico. Gregorio Samsa que es un
artrópodo, a mi punto de ver, una hormiga, al Gregorio perder su identidad y al
sumergirse en la soledad deja de ser esta hormiga obrera que llevaba el pan a
sus familiares, éstos al darse cuenta de la inutilidad de él, deciden darle la
espalda, porque ya no sirve al hormiguero, perdió su identidad como hormiga
obrera para su familia, porque así fue como siempre lo vieron (en acciones, no
en apariencia), como una hormiga, y pierde su identidad él mismo como hombre, y
se ve ahora como lo que su familia siempre relacionó: un insecto, artrópodo, es
este caso, hormiga.
También podemos encontrar en el relato un
atisbo de autoridad, respecto a la figura paterna, pues como se sabe, Franz
Kafka no sostuvo una buena relación con su padre, y aquí la figura de autoridad
es interpretada por el jefe del trabajo y también por el padre mismo, ya que
ambos osan humillarlo, amedrentarlo. Gregorio, al ver en las circunstancias en
las que se encuentra dada a la responsabilidad que tiene que manejar empieza a
sentirse culpable de todo y es cuando ocurre se metamorfosis, o como lo llamaría:
el despertar. A partir de la metamorfosis, y, en consecuencia, la pérdida de su
trabajo, Gregorio comienza a sentirse frustrado por las dificultades económicas
que empiezan a acaecer en su familia, entonces se da cuenta que se ha
convertido en una carga, y donde
también
comprende que siempre fue una hormiga obrera para su familia, que antes de la
metamorfosis lo veía como un héroe, alguien a quien respetar, pero cuando
realmente se convirtió
en
esta hormiga, a quien ovacionaban por sus acciones no vieron en él más que aversión,
Es en este punto, donde Gregorio, en un estado de estupefacción decide arrojarse
a su suerte, es este punto existencial donde decide abandonarse a sí mismo. También
encontramos elementos absurdos como el surrealismo, y la sorpresa que denuncia
situaciones sociales y nos da paso a la reflexión que nos
cuestiona
la existencia en sí misma. Ya que Franz Kafka es precursor del género del
absurdo.
El relato, como mencionamos al principio es
una suerte de alegoría, porque el hombre y el artrópodo pertenecen a la vez a
dos planos de significación, donde uno es evidente, y el otro oculto. Por otro
lado, el hombre y el artrópodo se emparentan y se hacen uno solo, esto es, una
anagnórisis porque descubren su identidad en el mundo donde se desenvuelven,
donde despierta ya siendo un
artrópodo,
aquí encontramos la personificación, y una suerte de intertexto dado que el
inicio del relato parece inspirado en el sueño de Chang-Tzu. El relato se halla
la tragedia, pues Gregorio fue un héroe para su familia, pero al final es el destino
fatal quien sella su suerte en la desgracia, poco después, en la muerte.
Entretanto también encontramos otros elementos
retóricos como la hipérbole, la metáfora, el símil. La hipérbole cuando se
menciona: mil veces intentó esta operación en vano; respecto a la metáfora:
Gregorio volvía nuevamente a sumergirse en las tinieblas. Un símil: hasta la
noche no despertó Gregorio de un sueño pesado, semejante a un desvanecimiento.
Son algunos de los elementos que me he
permitido señalar en el marco de un acercamiento analítico a este relato
canónico.
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